martes, 13 de julio de 2010
martes, 11 de mayo de 2010
jueves, 6 de mayo de 2010
sábado, 13 de marzo de 2010
Miguel Delibes
No ignoro que el recurso de beber para huir es un viejo truco pero ¿conoces tú alguno más eficaz para escapar de ti mismo? Una copa acartona el recuerdo, pero, al mismo tiempo, convierte la onerosa gravedad de tu cuerpo en una suerte de porosidad flotante. Algo parecido a la fiebre. Pasado el trance, sobreviene el decaimiento, pero hay un medio para evitarlo: mantener en sangre una dosis de alcohol que te imbuya la impresión de que participas en la vida, de que la vida no pasa sobre el hoyo en que te pudres sin advertir que existes. Esta forma de energía suele identificarse con la alegría, aunque, por supuesto, no es la alegría. A lo sumo, una energía inferior, improductiva; en caso contrario, yo trabajaría. Pero mi ingenio, si alguna vez existió, se ha agotado; ya lo estás viendo: no soy capaz de embadurnar un lienzo, ni siquiera de sostener un pincel en la mano.
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Amaba el libro, pero el libro espontáneamente elegido. Ella entendía que el vicio o la virtud de leer dependían del primer libro. Aquel que llegaba a interesarse por un libro se convertía inevitablemente en esclavo de la lectura. Un libro te remitía a otro libro, un autor a otro autor, porque, en contra de lo que solía decirse, los libros nunca te resolvían problemas sino que te los creaban, de modo que la curiosidad del lector siempre quedaba insatisfecha. Y, al apelar a otros títulos, iniciabas una cadena que ya no podía concluir sino con la muerte. Sentía avidez por la letra impresa. Y me la contagió. Fue ella la que me aproximó a los libros, a ciertos libros y a ciertos autores. En realidad me abrió las puertas de ese mundo.
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Amaba el libro, pero el libro espontáneamente elegido. Ella entendía que el vicio o la virtud de leer dependían del primer libro. Aquel que llegaba a interesarse por un libro se convertía inevitablemente en esclavo de la lectura. Un libro te remitía a otro libro, un autor a otro autor, porque, en contra de lo que solía decirse, los libros nunca te resolvían problemas sino que te los creaban, de modo que la curiosidad del lector siempre quedaba insatisfecha. Y, al apelar a otros títulos, iniciabas una cadena que ya no podía concluir sino con la muerte. Sentía avidez por la letra impresa. Y me la contagió. Fue ella la que me aproximó a los libros, a ciertos libros y a ciertos autores. En realidad me abrió las puertas de ese mundo.
Señora de rojo sobre fondo gris-Miguel Delibes
jueves, 25 de febrero de 2010
Instrumentos viejos, orejas nuevas
Otra muestra de la inoperancia de la SGAE del siglo XVIII. Arcangelo Corelli compuso una serie de 12 Sonatas para violín y bajo continuo (opus 5), la última de las cuales es "La Follia". Uno de sus alumnos, Francesco Geminiani (1687-1762), tomó esa Sonata para construir un Concerto Grosso, forma orquestal en la que los músicos a veces actúan como solistas (solo) y otras veces como masa orquestal (ripieno).
Esta práctica, la de inspirarse en obras anteriores para hacer nuevas composiciones, fue muy habitual a lo largo de toda la Historia de la Música, aunque en este momento nos quieran hacer creer que "copiar" más de 8 segundos de música es pecado de pensamiento, palabra, obra y omisión.
No sólo era habitual esta manera de crear arte, sino que para el "copiado" era un honor que otros músicos utilizaran su música; de la misma manera que para el "copión" utilizar música ajena como fuente de inspiración constituía un homenaje al arte del "copiado".
Os dejo la versión de L´Europa Galante del Concerto Grosso nº 12 en Re menor de Francesco Geminiani.
Esta práctica, la de inspirarse en obras anteriores para hacer nuevas composiciones, fue muy habitual a lo largo de toda la Historia de la Música, aunque en este momento nos quieran hacer creer que "copiar" más de 8 segundos de música es pecado de pensamiento, palabra, obra y omisión.
No sólo era habitual esta manera de crear arte, sino que para el "copiado" era un honor que otros músicos utilizaran su música; de la misma manera que para el "copión" utilizar música ajena como fuente de inspiración constituía un homenaje al arte del "copiado".
Os dejo la versión de L´Europa Galante del Concerto Grosso nº 12 en Re menor de Francesco Geminiani.
lunes, 15 de febrero de 2010
Charles Avison-Concerto Grosso nº3 en Re menor
Charles Avison (1709-1770) fue un compositor inglés que utilizó tanto el estilo barroco como el clásico. Desde su Newcastle natal viajó a Londres para estudiar con Geminiani. Siguiendo la costumbre de su maestro de componer conciertos basándose en grandes obras de compositores anteriores compuso esta pequeña maravilla: Concerto Grosso nº 3 en Re menor, basado en una sonata para clave de Domenico Scarlatti. Forma parte de una colección de 12 Concerti Grossi basados en otras tantas sonatas para clave del compositor italiano.
Os dejo la versión de Cafe Zimmerman.
P.D.: El cuadro que ilustra la música es Judith y Holofernes, de Caravaggio.
viernes, 22 de enero de 2010
Amália Rodrigues
"Rainha do fado". De origen humilde, y en tiempos muy malos (a partir de la década de los 40) consiguió sacar al fado de las tabernas y llevarlo a los teatros de ciudades como Madrid, Nueva York, Moscú o París. Fue una estrella internacional: televisión, cine, etc.
Tras la caída de la dictadura de Salazar se le acusó de haber colaborado con los servicios secretos portugueses. Poco a poco fue abandonando los escenarios y a partir de 1990 se retiró. Sólo después de su muerte en 1999 (está enterrada en el Panteao Nacional como portuguesa ilustre) se supo que había colaborado con el clandestino Partido Comunista Portugués. Cosas de la fama.
Os dejo un disco fantástico para que podáis disfrutar de la música de esta mujer, donde la voz y la interpretación son la misma cosa.
Tras la caída de la dictadura de Salazar se le acusó de haber colaborado con los servicios secretos portugueses. Poco a poco fue abandonando los escenarios y a partir de 1990 se retiró. Sólo después de su muerte en 1999 (está enterrada en el Panteao Nacional como portuguesa ilustre) se supo que había colaborado con el clandestino Partido Comunista Portugués. Cosas de la fama.
Os dejo un disco fantástico para que podáis disfrutar de la música de esta mujer, donde la voz y la interpretación son la misma cosa.
miércoles, 20 de enero de 2010
Tiempo
La música es una experiencia de transitoriedad. Los sonidos no duran. El silencio suscita las mismas aprensiones que solían sentir los habitantes de las ciudades ante el campo agreste: al vernos rodeados por él, no tardamos en comenzar a buscar ansiosamente pruebas de ocupación humana, ya sean las inteligencias de los personajes elegantes y señoriales que contemplan un paisaje de Gainsborough, o los esforzados trabajadores hechos naturaleza en un campo de Constable. El silencio, como la Naturaleza, es incansable e invencible: por más grande que sea el sonido que produzcamos, el silencio lo invadirá y se impondrá a él inexorablemente. Para mantenerlo a raya deberemos renovar constantemente el sonido. Pero si el sonido no se apaga, no tendremos la opción de repetirlo o, mejor aún, sustituirlo por algo distinto. Sin silencio no puede haber música.
La música como concepto-Robin Maconie
martes, 19 de enero de 2010
Wojciech Kilar
Uno de los compositores que, desde mi modesto punto de vista, mejor entienden el matrimonio entre vanguardia e inteligibilidad en la música actual. Pertenece a la corriente vanguardística polaca de los años 60, junto con Penderecki y Gorecki.
Muy conocido por sus bandas sonoras, sobre todo por Dracula, de Coppola, y las tres que escribió para el también polaco y polémico copulador en la senectud Roman Polanski: La muerte y la doncella, La novena puerta y El Pianista.
Muy conocido por sus bandas sonoras, sobre todo por Dracula, de Coppola, y las tres que escribió para el también polaco y polémico copulador en la senectud Roman Polanski: La muerte y la doncella, La novena puerta y El Pianista.
Os dejo una muestra de su música en una de las películas más hermosas de los últimos años: Dracula.
Y su Angelus para soprano, coro y orquesta, que es una auténtica maravilla.
martes, 15 de diciembre de 2009
Mel Torme y Judy Garland. The Christmas Song.
Así era la televisión en 1963: cuando se acercaba la Navidad, gente que sabía hacerlo, cantaba "villancicos".
domingo, 13 de diciembre de 2009
lunes, 19 de octubre de 2009
Love of my life, live
Love of my life, you hurt me,
You broken my heart,
now you leave me.
Love of my life cant you see,
Bring it back bring it back,
Dont take it away from me,
Because you dont know what it means to me.
Love of my life dont leave me,
Youve stolen my love now desert me,
Love of my life cant you see,
Bring it back bring it back,
Dont take it away from me,
Because you dont know what it means to me.
You will remember when this is blown over,
And everythings all by the way,
When I grow older,I will be there by your side,
To remind how I still love youI still love you.
Hurry back hurry back,Dont take it away from me,
Because you dont know what it means to me.
Love of my life,
Love of my life.
Yogalumón
You broken my heart,
now you leave me.
Love of my life cant you see,
Bring it back bring it back,
Dont take it away from me,
Because you dont know what it means to me.
Love of my life dont leave me,
Youve stolen my love now desert me,
Love of my life cant you see,
Bring it back bring it back,
Dont take it away from me,
Because you dont know what it means to me.
You will remember when this is blown over,
And everythings all by the way,
When I grow older,I will be there by your side,
To remind how I still love youI still love you.
Hurry back hurry back,Dont take it away from me,
Because you dont know what it means to me.
Love of my life,
Love of my life.
Yogalumón
sábado, 10 de octubre de 2009
El cumpleaños de "Bo"
Desde que se otorgó el primer premio Nobel de la Paz en el año 1901, hubo veinte años en que quedó desierto. Fue en esas veinte ocasiones cuando el Parlamento noruego acertó de lleno.
Poca gente sabe que el premio Nobel de la Paz no lo otorga ninguna institución científica ni cualquier otro organismo más o menos independiente. Es el Parlamento noruego quien lo hace. Así que, en los más de cien años de vida del premio Nobel de la Paz, los parlamentarios noruegos se comportaron decentemente sólo en veinte ocasiones y, además, no de seguido. Fue cuando lo dejaron desierto.
Si mira usted la nómina de los premiados se percatará inmediatamente que las razones que impulsaron a los diputados vikingos son exclusivamente políticas. La cosa no sería de extrañar si ahí se quedara la cosa. Lo más tremebundo es que, por lo general y desde el punto exclusivamente político, no acertaron ni una, especialmente después de la I Guerra Mundial. A partir de entonces pusieron el ojo en los grandes personajes que crearon la Sociedad de las Naciones o anduvieron alrededor de ella. Como se sabe, aquel engendro acabó en la guerra más mortífera y destructiva que jamás conoció la humanidad. Tan acojonados debieron quedar con la historia que, desde 1939 hasta 1949, sólo dieron la mitad de los premios y a cuáqueros, que son los sucesores de esos de barbas que no pegan tiros en las películas de vaqueros. Luego fueron aliviándose y, toma premio por aquí, toma premio por allá, no se cortaron lo más mínimo, de manera que los flamantes favorecidos fueron cada vez más pintorescos. Clérigos católicos, luteranos o budistas; mandatarios de la ONU que provocaron o permitieron matanzas imperialistas; políticos cuyo único mérito fue haber tenido éxito en su país; organizaciones internacionales, que para eso deberían estar; algún disidente notable, mayormente por fastidiar, y varios antiguos terroristas de colorido pelaje, como MacBride, Menachem Begin, Nelson Mandela, Yasser Arafat o Ramos Horta.
Este año sus señorías noruegas se han superado. Han premiado al emperador Obama, que para eso anda liado con una guerra estupenda en Afganistán. Según nos cuentan los mentideros de la Casa Blanca, la noticia se la dio su hija Sasha, que no es gótica y que sale en todos los retratos como si tal cosa sin que a su padre le moleste. Parece ser que le dijo:
-Papá, has ganado el premio Nobel de la Paz. Y es el cumpleaños de «Bo».
«Bo» es el perro que compró Obama para las chiquillas nada más ser coronado, porque no hay emperador sin mascota. Así que el cumpleaños de «Bo» y el premio Nobel de la Paz son uno y lo mismo. Es que, por su inocencia, los niños dicen las verdades.
Poca gente sabe que el premio Nobel de la Paz no lo otorga ninguna institución científica ni cualquier otro organismo más o menos independiente. Es el Parlamento noruego quien lo hace. Así que, en los más de cien años de vida del premio Nobel de la Paz, los parlamentarios noruegos se comportaron decentemente sólo en veinte ocasiones y, además, no de seguido. Fue cuando lo dejaron desierto.
Si mira usted la nómina de los premiados se percatará inmediatamente que las razones que impulsaron a los diputados vikingos son exclusivamente políticas. La cosa no sería de extrañar si ahí se quedara la cosa. Lo más tremebundo es que, por lo general y desde el punto exclusivamente político, no acertaron ni una, especialmente después de la I Guerra Mundial. A partir de entonces pusieron el ojo en los grandes personajes que crearon la Sociedad de las Naciones o anduvieron alrededor de ella. Como se sabe, aquel engendro acabó en la guerra más mortífera y destructiva que jamás conoció la humanidad. Tan acojonados debieron quedar con la historia que, desde 1939 hasta 1949, sólo dieron la mitad de los premios y a cuáqueros, que son los sucesores de esos de barbas que no pegan tiros en las películas de vaqueros. Luego fueron aliviándose y, toma premio por aquí, toma premio por allá, no se cortaron lo más mínimo, de manera que los flamantes favorecidos fueron cada vez más pintorescos. Clérigos católicos, luteranos o budistas; mandatarios de la ONU que provocaron o permitieron matanzas imperialistas; políticos cuyo único mérito fue haber tenido éxito en su país; organizaciones internacionales, que para eso deberían estar; algún disidente notable, mayormente por fastidiar, y varios antiguos terroristas de colorido pelaje, como MacBride, Menachem Begin, Nelson Mandela, Yasser Arafat o Ramos Horta.
Este año sus señorías noruegas se han superado. Han premiado al emperador Obama, que para eso anda liado con una guerra estupenda en Afganistán. Según nos cuentan los mentideros de la Casa Blanca, la noticia se la dio su hija Sasha, que no es gótica y que sale en todos los retratos como si tal cosa sin que a su padre le moleste. Parece ser que le dijo:
-Papá, has ganado el premio Nobel de la Paz. Y es el cumpleaños de «Bo».
«Bo» es el perro que compró Obama para las chiquillas nada más ser coronado, porque no hay emperador sin mascota. Así que el cumpleaños de «Bo» y el premio Nobel de la Paz son uno y lo mismo. Es que, por su inocencia, los niños dicen las verdades.
Francisco Sánchez, La Nueva España, 10 de Octubre de 2009
martes, 6 de octubre de 2009
El ser humano..., ¿es extraordinario?
Os enlazo una entrada de Se parece a Heidi. Habla de cuando los momentos en que los humanos no pueden presumir de humanidad.
http://separeceaheidi.blogspot.com/2009/10/el-ser-humanoes-extraordinario.html
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