Una de las obras más famosas de Beethoven, y la primera Gran Sinfonía del compositor. Para muchos es el momento de ruptura del estilo clásico y la ventana abierta tanto a la estética como a la forma de la música romántica.
En principio el subtítulo de esta obra era "Bonaparte", en honor al que hasta ese momento (1802-1804) era considerado por el compositor y por todos los admiradores de los ideales de la Revolución Francesa, el liberador de Europa; el personaje que modernizaría las estructuras políticas y sociales de la vieja Europa, que convertiría la tiranía en el gobierno del pueblo, o de los ciudadanos, o de los hombres, o de los individuos, o de la ciudadanía, o como se denominara en ese momento el grupo social al que pertenecemos casi todos: los humanos sin decisión.
Cuando Beethoven tuvo noticia de que Napoleón se había hecho coronar Emperador en 1804, se dice que se enfadó tanto que, lleno de rabiosa decepción, tachó con tanta fuerza el nombre del ya emperador de la portada de su partitura que incluso rasgó el papel:
«¡Ahora sólo... va a obedecer a su ambición, elevarse más alto que los demás, convertirse en un tirano!», se dice que dijo Beethoven.
Cuando la obra fue publicada en 1806, Beethoven le dio el título de "Sinfonía heroica, compuesta para festejar el recuerdo de un gran hombre". Quizá la memoria de este gran hombre fuera el recuerdo de lo que representaba Napoleón para Beethoven, recuerdo que mantenía su dignidad, aunque su protagonista la hubiera perdido.
Se dice también que el segundo movimiento de la composición original era una Marcha Triunfal (que quizá se convirtiera en el último movimiento de la quinta sinfonía) pero fue sustituida por la impresionante Marcha Fúnebre. La decepción del compositor hizo que su obra se modificara, y en vez de celebrar la liberación y la hermandad del Hombre, decidió hacerle un funeral a la posibilidad de que esos ideales se materializaran. Esta obra también forjó la imagen de Beethoven de defensor de los derechos individuales.
Aparte del contexto, es decir, si escucháramos esta obra sin conocer las condiciones de su génesis, la obra es absolutamente impresionante, la primera quizá de la Historia de dimensiones enormes, casi una hora con las repeticiones originales, aventurera, con sonata, variaciones, lirismo, contrapunto. Disfrutadla, ciudadanos.
Os dejo una grabación histórica de Otto Klemperer dirigiendo la Philarmonia Orchestra en 1955.
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